La cienaga de Ayapel

Por su configuración fisiográfíca el munici­pio posee una vasta zona de planicies, terrazas y en especial de ciénagas (humedales) con va­riados paisajes y recursos faunísticos que lo hacen atractivo para propios y visitantes.

La Ciénaga de Ayapel y otros escenarios acuá­ticos posibilitan la recreación y el descanso. La práctica de la pesca y la caza deportiva, el es­quí acuático, el vuelo de cometa, parapentismo y natación, son algunos de los deportes que se desarrollan en los más de una docena de clu­bes náuticos.

A ello se le suman los cerca de 50 chalets que se encuentran ubicados a la orilla de la ciénaga y que le dan un ambiente de moderni­dad en medio de la naturaleza. Varios persona­jes de la vida pública de Colombia han decidido comprar propiedades a orillas de la Ciénaga de Ayapel, debido a lo exótico de las playas y a la tranquilidad que allí se respira.

Es sin duda alguna la 'piscina' natural más importante del departamento de Córdoba, con 40 mil hectáreas de extensión, que en la época de verano se reduce a 30 mil, lo que es aprovechado por los propietarios de ganaderías exten­sivas para que pasten allí sus animales y no permitir que pierdan mucho peso.

La Ciénaga de Ayapel le suministra agua al río San Jorge en época de verano, a través del caño Grande o de Sehebe.

Uno de los lugares más visitados es Caño Barro, riqueza paisajística para la práctica de la pesca deportiva. De igual forma, Mina Coro­jo, un lugar que comprende el trayecto de las quebradas Mala Noche y Trejos, al igual que va­rios caños tributarios de Caño Barro. Es una zona de terrazas, abanicos y colinas, que es muy llamativa para los visitantes.

Este sector presenta la mayor concentración de bosques del municipio y predominan los pas­tos y las especies ícticas, igualmente se observan santuarios de flora y fauna nativa.
La mayoría de los turistas que llegan al muni­cipio de Ayapel provienen principalmente de Antioquia, Caldas y Cundinamarca, sobre todo para las épocas de Semana Santa, Navidad y va­caciones de mitad de año.

El mes de enero es especial, debido a que a orillas de la ciénaga, en las playas de Castillito, se instalan kioscos para que los ayapelenses y visitantes puedan departir y luego bañarse sus cálidas y encantadoras aguas, y disfrutar de momentos de descanso y esparcimiento.




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