Economía

Pesca:

Las grandes reservas acuíferas convirtieron a Ayapel en uno de los principales centros comercializadores de pescado en la región, pero en los últimos años la merma sensible del recur­so pesquero se debe al uso de aparejos de pesca prohibidos, a las capturas incontroladas violando los tamaños, las épocas y sitios de veda; el uso de dinamita, la contaminación de la ciénaga y las corrientes fluviales con el vertimiento de aguas residuales y de mercurio en la explotación de oro.

Agricultura:

La agricultura es la base de la economía, gra­cias a la fertilidad de sus tierras, dedicadas a los cultivos de arroz secano, yuca, plátano, caña de azúcar, ajonjolí, fríjol, cacao, ñame, verduras y frutales. Hay un importante programa frutícola con la siembra de variedades de mango, impor­tados de Tahití (Tommy, Alkins, Vandike, Kent y Keitty).



Ganadería:

Ayapel cuenta con un área de 144.339 hectá­reas que están cubiertas de pastos. La actividad de los hatos ganaderos es la cría, levante y ceba de ganado vacuno; la producción de leche, que­so y suero es relativamente baja y sin ninguna tecnificación.







Minería:

Se explota el oro de aluvión, de excelente calidad, y la plata. Existen en su subsuelo promisorios yacimientos de níquel, cobalto, hi­drocarburo y cromo.

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